Siento como si todo se derrumbará nuevamente;
mil castillos de azúcar derritiéndose.
mil castillos de azúcar derritiéndose.
Construí cada uno de ellos minuciosamente adentro de mi
y coloque los cimientos en ti.
Este océano que me habita siempre deshace todo;
hoy no es mar, ni río, ni lluvia.
Siento su caudal susurrar mi gran pesar;
hoy es brisa que pasa ligera y refresca,
lleva en sus notas melodías y risas.
Almohadas compartidas; tardes de
risa, brisa y sueño.
Se desvanecen con dedos entrelazados;
chistes mal contados y almas mudas que se
entorpecen.
Llevo el dolor de tu ausencia y el sabor
a mi renacer.
Brisa que pasa ligera,
traes la frescura de sus besos en mi pecho
y el mar aturdido adentro.
Retumban las palabras en las olas,
se dispersan, se excabullen,
se escurren sin rima y forma.
Se van contigo alondra y
regresan como navajas lanzadas
aferrandome a la sombra.
traes la frescura de sus besos en mi pecho
y el mar aturdido adentro.
Retumban las palabras en las olas,
se dispersan, se excabullen,
se escurren sin rima y forma.
Se van contigo alondra y
regresan como navajas lanzadas
aferrandome a la sombra.
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