Certamen Interuniversitario 2018
HABITANTE
Se anida en mí,
con violetas y solfeo,
con violetas y solfeo,
afina la nota armónica del retorcido metal en mis estambres;
metal del instrumento que abarcaba todo el tiempo,
metal del instrumento que te dejo frío,
sin aliento,
sobre el pavimento.
sin aliento,
sobre el pavimento.
Arrienda en mi memoria otro habitante...
dirige el vuelo en curso con partituras de un coro de alondras;
que entonan con gracia en el cielo lejano
y estampan mis ojos en las nubes;
vislumbrando al viajante.
Recuerdo
Palpitan en mi mente los escombros del pasado;
arrienda en mi memoria otro habitante,
con cielo, voz y pasos, sin rumbo,
arrienda en mi memoria otro habitante,
con cielo, voz y pasos, sin rumbo,
encuentro, enfrento y abrazo al caminante.
Ya no teme a la amarga incertidumbre.
No hay carne, rutina, voz, ni voto;
ni tierras lejanas por colonizar,
encontró el horizonte el fiel devoto.
Arrienda en los escombros de mi piel.
Y canta al alba con el ave que madruga;
el amor infinito de sus ojos vueltos miel.
Guardo silencio un instante.
Adentro,
¿escuché tu dulce voz?
¿escuché tu dulce voz?
Espero pacientemente siendo oruga.
No quiero, no quiero, no quiero decirte adiós.
Se transforma,
El árbol herido ya sanó la llaga,
adentro ya no existe contusión, coraza , ni caparazón.
Tampoco anidan las violetas en mi alma,
Solo es la mente que amaña simplemente al corazón.
Y respiro,
Siento el latir un instante;
afuera hay silencio,
pero yo te escucho entonar la canción.
pero yo te escucho entonar la canción.
Nuevamente viajante...
dejaste una estela de condensación.
me llego muy dentro del corazón aun sangrante por la herida de su partida
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