Viento, aire pasajero.

Sopla, composición bendita y única, oxigeno....uno solo, el unigenito.

Hace frío afuera y el viento sopla lento;
pesa un poco, como pesa adentro de mi esta pena.

Aire, el omnipresente...
Tu que todo lo vez, a ti canta mi alma.

Tengo el cabello alborotado,
como alborotada tengo la vida.

Sopla viento fuentemente,
aire vivo, omnipresente.

Dame entendimiento; dame vida,
dame paz. De vos vengo, por vos vivo;
sin vos muero.

Dulce invierno de corrientes pasajeras.
Pasa lígero ten misericordía de mi.
No congeles mi agonía, deja que el viento me lleve;
aire abrazame.
Dejame disfrutar tu aliento y lavar con suspiros mi ser.

Dame permiso invierno; no te estanques en mi jardín.
Deja a las flores guardar sus colores,
a las hojas danzar en el viento.
a mis fuentes desvordadas cesar su caudal.

Deja  invernar este bosque pero no me dejes...
no me encierres; no me quites el aire;
no dejes que el recuerdo de la primavera me sociegue y me atormente.

Librame de la tempestad.
Suelta de mi la ferviente llama del recuerdo que sociega.

Invierno se mi aliado y no mi enemigo; permiteme disfrutar de ti.
Sentir mi ser vibrar con tu helado clima.
 Volar con las hojas; arrullar el frio.
Sentir placer en mi nariz congelada.

Sentir el agua helada por las mañanas,
en el sereno de  las noches oscuras que empapan la tierra
y el viento; que sopla fuerte y levanta de ellas un exquisito aroma.

Invierno juguemos a mi favor;
permiteme danzar con el viento,
sentir tu sereno en mi paladar.
Ver el resplandor de la luna y obtener un poco de su amor.
Empapa a la luna y trae a mi su bendición.

Yo recibire tu rocio como las plantas que crecen, danzan y entienden.
Recibire la energía y esta me mantendra con fe ahora y luego,
cuando llegue la primavera florecerá.

Es tiempo invierno de abrir el corazón;
recolectar, planear, sanar y luego lo demás vendra...

Como invernan los animales; también las plantas.

Foto: Alvaro Escobedo