Presa fácil en un dulce mirar.

Cautivo tu imagen mi memoria, mi pensamiento, mi delirio y mis sueños.

No me cautivo tu sonrisa, fueron tus ojos brillantes al sonreír.

No fue tu físico, no fue la química, no fueron las letras, ni fue lo que dices.

No existen palabras, adjetivos, rasgos y cualidades que enmarquen tu atractivo; porque no fue ninguno de estas; fuiste VOS.

Es que al hablar inventas mundos y me haces creer en ellos. Al sonreír  tus ojos brillan y no me pierdo, me encuentro en ellos. Sos vos y tu seguridad. Tu seguridad al hablar, al caminar, al ver, al querer, al sentir, a hacer sentir a otro, a soñar, a vivir; me siento viva.

Vos sos el primer suspiro al despertar. El momento en el que sonrío observando hacia el vacío, transportándome a otro tiempo para poder recordarte. Sos la esencia pura en cada lagrima de mi llanto a media noche; lagrimas de dolor, de temor, de agonía y de frustración. Cada lagrima encierra lo fría que es mi alma, la escarcha de odio, ira y de rencor que contiene mi ser y entra tanta basura también esta el temor de hacerte daño y no ver de nuevo tus ojos brillar. 

Por que tus ojos son faroles que alumbran mi camino, el hogar donde quiero estar; sufriría mi alma si le privaren de tener tu mirar.