Simple y tan TU.

¿Porqué eres tu?

Y porque no...es algo que vengo preguntándome y respondiendo desde hace mucho tiempo; solo se que eres tan simple y tan TU.

Para mi tu eres como una pequeña ave que vuela en la inmensidad del cielo, jugando entre las nubes, tan pequeña, tan traviesa y con un gran corazón soñador. Desde hoy y desde siempre tus besos son mi delirio; delirio por esos labios que aun no conocen el sabor de los míos; desde siempre, desde que te conocí el verte me hace sonreír y ahora que te alejas, que te encuentro distante pequeña ave soñadora te vas por otras colinas y valles buscando una nueva flor; ahora despierto y veo que te alejas, no hay día ni noche que no piense en ti; mi habitación se a convertido en océano de tanto imaginarte y me encuentro en total desesperación por querer rozar mis manos con las tuyas, porque nuestros dedos se entrelacen suavemente se toquen y así poder sentirte tan cerca de mi; por querer tocar mi nariz helada con tu pequeña nariz ya que tanta es la desesperación de quererte y no tenerte que las palabras pasan por mi mente y ni siquiera pienso lo que escribo y lo que digo, porque ese es el efecto que tu sueles causar en los seres humanos que buscamos a un ser extraordinario como el que eres tu. y entre tanto palabras solo logro distinguir tan solo una como si mi alma quisiera gritarla, como si mi cuerpo quisiera expulsarla con gran entusiasmo; titubeo y luego de suspirar profundamente solo logro susurrar "éxtasis" sonrío y platico conmigo misma porque se que esa palabra es de gran valor y no puedo decirla o no aún; vuelvo a sonreír y mi cuerpo se estremece, al recordar esa noche de diciembre que te vi tan cerca, mis labios se secaron por completo, era tanta la sed por tener los tuyos y no dije ni hice nada por miedo al rechazo, te veía imaginando que me veías igual "luchando contra ti por quererme aún mas cerca de lo que ya estábamos" tuve miedo de lo que en ese momento sentía y creía que no era así; fui cobarde y me aleje...miedo al rechazo, miedo al quererte más y miedo a esas miradas que sin cometer pecado alguno la sociedad ya nos había clavado.

Pido perdón, pues mi pecado es querer a un ser humano como la sociedad no esta acostumbrada a querer; querer con locura. 

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