En un, dos, tres.

No fue una porque recuerdo mas palabras,
ni fueron dos porque luego tu seguiste,
recuerdo que fueron más de tres.

En un, dos, tres no más de cinco palabras,
murió la conversación que tanto anhelaba,
una fue suficiente para mantener la esperanza,
con dos mantuve la intriga,
con tres palabras vacías entre en desesperación al saber si continuaría
esta historia jamás contada ni escrita,
omitamos la numero cuatro porque demás esta decirlo que en la quinta palabra,
me has dejado nuevamente a la deriva, con la intriga de saber mas de ti.

Intrigada nuevamente al saber si volverás a preguntar por mi,
soñar por solo unos segundos que he sido participe de esos recuerdos fugases
que vagan por tu mente.

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